Soy diabético, ¿y ahora qué hago?
Te haces unos análisis rutinarios y un dato que nunca mirabas, el azúcar, sale alterado. ¿Y eso? Eso puede ser diabetes tipo 2 y es importante tratarla cuanto antes. La Diabetes no da síntomas pero tiene consecuencias.
Cuando la cifra de glucosa basal está por encima de los 126 mg/dL, se considera que hay diabetes.
No es una cifra aleatoria, ya que se calcula que a partir de esta concentración de glucosa se pueden empezar a dañar las arterias y los vasos sanguíneos, y eso significa que se corre más riesgo de desarrollar enfermedades que afectan al corazón y a los ojos, riñones, nervios…
Más allá del tratamiento dirigido por unequipo médico, las personas diabéticas pueden hacer mucho por proteger tu salud.
Con el Diagnostico de diabetes… ¿Por dónde empiezo?
Si te han diagnosticado este trastorno metabólico, debes conocer algunas pautas básicas que te ayudarán a adaptarte a esta nueva situación.
En este artículo te ofrecemos varias claves y hábitos para que puedas seguir haciendo vida normal.
1. Planifica tu dieta a diario
Lo más habitual es que la diabetes se dé en personas obesas, pero no siempre es así.
- Por ello, el médico puede recomendar una dieta restrictiva (para rebajar peso) o, en otros casos, simplemente sugerir seguir la Dieta Mediterránea, que es equilibrada y baja en grasas saturadas.
- Sigue siempre el consejo médico a la hora de planificar tus menús. Él te indicará qué dieta te conviene en función de tus características personales y de los otros factores de riesgo coronario.
2. Sigue bien el tratamiento
Especialistas de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria aseguran que solo la mitad de los pacientes que toman fármacos orales para tratar la diabetes lo hacen tal y como lo prescribe el médico y hasta un 25% incumplen el tratamiento.
- Eso aumenta el riesgo de sufrir alteraciones puntuales de la glucosa (tanto hiperglucemias como hipoglucemias), que resultan muy peligrosas para la salud.
- Para que tu medicación sea lo más efectiva posible, acude a tu médico regularmente para que ajuste tu medicación, pero nunca alteres las dosis por tu cuenta.
3. No olvides beber agua
Cuando los niveles de azúcar suben mucho, se suele orinar más (el organismo intenta eliminarlo así), y eso favorece la deshidratación.
- La Federación de Diabéticos españoles recuerda que el aumento de las temperaturas durante las estaciones cálidas influye en la absorción de la insulina, y se puede dar una hipoglucemia.
4. Hazte autoexámenes semanales en casa
- Si te medicas es básico que, además de hacer dos análisis de sangre anuales, controles tu glucosa en casa con tiras reactivas.
5. No solo te afecta el azúcar
El índice glucémico (IG) es un valor que mide la velocidad y la magnitud con la que los alimentos ricos en hidratos de carbono, como la harina de trigo o las patatas chips, aumentan la glucosa en sangre.
- Debes elegir siempre los que menor IG tengan. Por ejemplo, la col, la patata cocida, los cereales integrales o incluso el chocolate negro.
6. Cuida la salud de tus pies
Es una de las zonas que más acusa las alteraciones de glucosa, y por ello debes tener especial cuidado con ellos. Su mal estado puede hacer que te resulte difícil hacer ejercicio, y eso afecta a tu control glucémico.
- Lávalos a diario con un jabón neutro y sécalos bien para evitar infecciones. Usa un calzado cómodo y sin demasiada altura para facilitar el riego sanguíneo y aplícate cremas hidratantes.
7. Haz deporte sin sufrir bajones
El ejercicio es básico para mejorar la sensibilidad a la insulina y evitar la obesidad, pero al practicarlo tu organismo consume más energía. Por ello, debes adaptar la dieta para que no te dé un “bajón” de glucosa.
- Piensa que en una hora de deporte consumes 40-60 gramos de hidratos. Si te medicas, come un pequeño bocadillo antes y después del ejercicio para compensar.
8. Los fármacos deben estar bien protegidos
El aumento de las temperaturas que se da a partir de la primavera puede dañar los medicamentos que estás usando para controlar la diabetes. Protegerlos de la luz solar y del calor excesivo es esencial para evitar que esto ocurra.