Nuevos dispositivos ayudan a las personas con diabetes I
En las personas con diabetes tipo 1 el páncreas no produce insulina. Esta hormona se encarga de recoger la glucosa procedente de los alimentos y la lleva al interior de las células, donde se utiliza como fuente de energía.
Sin insulina, la glucosa se acumula en la sangre (provoca hiperglucemia), daña los vasos sanguíneos y acelera el proceso de acumulación de placa en las arterias (arterioesclerosis). Por eso, entre otros posibles problemas de salud, la diabetes aumenta el riesgo de desarrollar trastornos cardiovasculares.
Glucosa bajo control
Además de seguir una dieta saludable y hacer ejercicio, el tratamiento de la diabetes 1 pasa por controlar los niveles de glucosa en sangre y administrar insulina de por vida para compensar su falta.
- Hasta hace unos años, las personas insulinodependientes tenían que realizarse punciones en el dedo varias veces al día para obtener una gota de sangre y medir el nivel de glucosa.
- En función del valor obtenido y de otros parámetros (los alimentos que tenían previsto ingerir, la cantidad de ejercicio físico…), debían calcular la dosis de insulina adecuada y administrársela mediante una jeringuilla desechable.
Gracias a los avances de la tecnología aplicada al ámbito de la salud, los sistemas de medición de glucosa y administración de insulina han evolucionado de forma espectacular. Hoy en día los pacientes pueden acceder a nuevos dispositivos que permiten aplicar el tratamiento de una manera mucho más fácil y práctica, y mejorar en gran medida su calidad de vida.
La importancia de conseguir que esta tecnología llegue a todas las personas diabéticas por igual de modo equitativo. Hoy en día, algunas comunidades van más avanzadas que otras a la hora de implantar el acceso a estos sistemas a través de la sanidad pública.
«Además, es importante que en las adjudicaciones se prime la tecnología por encima del precio, ya que en muchos concursos se está ofreciendo tecnología de hace unos años, en lugar de priorizar los últimos modelos».
Nuevos medidores de glucosa capilares
Los medidores de glucosa capilares son todavía el sistema más extendido entre las personas con diabetes. “Introduces la tira, te haces una punción en el dedo y, con una gotita de sangre, te da tu nivel de glucosa”.
- Los nuevos glucómetros son mucho más rápidos y en pocos segundos ofrecen una medición. “Incluso facilitan información extra. Por ejemplo, permiten introducir datos como la cantidad de hidratos que vas a ingerir y el mismo dispositivo te puede dar una orientación de la dosis de insulina que te conviene.”
- Muchos de estos dispositivos almacenan los datos de las mediciones, lo que facilita ver la evolución de los niveles de glucosa a lo largo del tiempo.
Además, incorporan tecnología bluetooth para sincronizarlos con un ordenador o con otro dispositivo electrónico. De este modo resulta mucho más fácil acceder a esta información o compartirla con otras personas (familia, equipo médico…).
Monitores flash de medición continua
Los monitores de glucosa con sistema flash consisten en un sensor con un filamento flexible que se inserta debajo de la piel, generalmente detrás del brazo, y dura 14 días. Mediante un transmisor, envía una señal a un monitor.
El dispositivo realiza lecturas de glucosa continuamente. No tienes más que pasar por encima tu móvil o un lector que te facilitan con el sensor y detecta, vía bluetooth, el nivel de azúcar. Por el momento, este sistema está financiado por la sanidad pública para niños entre 4 y 18 años.
«La importancia de esta tecnología es que marca tendencia y te permite anticiparte. Por ejemplo, si te haces una punción capilar y te marca como resultado 80 (que sería la medida perfecta), puedes pensar que estás bien y seguir con tu vida normal sin problema.
Con la tecnología flash, si el medidor te pone 80 y una flecha hacia abajo, significa que muy posiblemente en 20 minutos o media hora vas a tener una bajada de azúcar. Entonces puedes anticiparte y tomar tu zumo o azucarillo. Así te evitas pequeños contratiempos, tener que interrumpir tu rutina o tu actividad, etc.»
Este tipo de tecnología está avanzando con gran rapidez. En los nuevos modelos que se están empezando a implantar el sensor tiene una duración de unos 100 días e incluso hasta 6 meses.
Bombas de insulina inteligentes
Los infusores o bombas de insulina son dispositivos pequeños (de un tamaño incluso inferior al de un móvil), que introducen constantemente pequeñas cantidades de insulina en el cuerpo.
Consisten en una bomba programada para suministrar insulina durante las 24 horas del día y un tubo muy fino de plástico terminado en una cánula que queda introducida bajo la piel. El equipo médico determina la cantidad de insulina que el aparato va a ir suministrando a lo largo del día.
Las bombas de insulina más modernas funcionan como una especie de páncreas artificial.
«Además de bombear insulina durante las 24 horas del día, te permiten controlar temas relacionados con la alimentación. Por ejemplo, si en alguna ocasión comes alimentos con excesivo nivel de grasa, sabes que los picos de azúcar van a llegar más tarde de lo habitual.
Puedes programar la bomba para que la insulina, en lugar de llegar en el momento en que le das al botón, lo haga a los 30 minutos después de comer.» Estas bombas inteligentes también incorporan un sensor que mide continuamente los niveles de azúcar.
«Si el dispositivo detecta que tus niveles de azúcar son bajos, automáticamente se para. Esto ofrece gran tranquilidad al paciente sobre todo por las noches, con las hipoglucemias nocturnas, en las que no te das cuenta de que te está dando una bajada», explica Andoni Lorenzo.
«Ahora está a punto de salir un dispositivo que también controla las subidas. A partir de un nivel de glucosa determinado, la bomba regula y te vuelve a bajar el nivel de glucosa. El problema es que esta tecnología no está financiada o solo en casos muy particulares. Sería importante que desde la administración se le dé un impulso.»
CONTROLA TUS NIVELES CON EL MÓVIL
Las aplicaciones para móviles pueden ser también de gran ayuda para las personas diabéticas. Algunas están vinculadas directamente con ciertos dispositivos de medición de glucosa o de administración de insulina y ofrecen prestaciones extra.
Otras ofrecen información y prestaciones de todo tipo: informan de cuántos azúcares tiene cada alimento, permiten establecer alertas para saber cuándo hay que medir la glucemia, orientan sobre el ejercicio más adecuado…
La importancia de «recurrir siempre a aplicaciones fiables y cuya credibilidad esté contrastada.» También es importante destacar el rol de las redes sociales, que permiten compartir conocimientos y experiencias con otras personas que tienen el mismo diagnóstico.